Época Romana en Porcuna

Época Romana
(ca. ss.III a.n.e. - III d.n.e)


   Los siglos III-I a.n.e. asisten al paulatino proceso de destrucción de las realidades político-administrativas y culturales prerromanas y sus sustitución por las romanas. Aún así hasta las reformas territoriales de Julio César y Octavio Augusto algunas ciudades y pueblos hispanos tendrán cierta autonomía con respecto a Roma, siendo incluso aliadas del poder romano.

 

  Durante este periodo la capital túrdula, Ibolca, sigue siendo una de las ciudades más importantes de la Península, ejemplo de ello es el establecimiento de la ceca obulconense, que acuña monedas bajo la autoridad y con el nombre de la ciudad, y seguramente inducidos por las autoridades romanas para monetizar la economía y el comercio de la región túrdula. Estas monedas, una de las emisiones más abundantes del momento conviven con otras escasas cecas en el sur peninsular, como son Castvlo, Gades e Iliberris al comienzo de la acuñación a finales del siglo III y comienzos del II a.n.e. Entre los siglos II y I a.n.e. otras muchas cecas acuñarán pero en porcentajes muy pequeños, más por el afán elitista de tener una moneda y expresar con ella el valor y la pretendida independencia de las ciudades. Las acuñaciones obulconenses continuarán hasta época de César cuando se ordena el cierre de la ceca para centralizar la emisión en Roma, aunque con permiso de César y de Augusto otras ciudades hagan pequeñas acuñaciones representativas.

 

  Las monedas de Obvlco utilizan casi siempre el título latino de la ciudad y en algún caso lo reproducen en caracteres túrdulos, aparecen también muchos magistrados monetales con nombres túrdulos que muestran la existencia de sistemas políticos oligárquicos. Los símbolos de las monedas son principalmente una figura femenina, seguramente de una diosa cuya naturaleza y poder desconocemos. Aparece también algún personaje masculino en las series menores, además son mayoritarios los símbolos agrarios, espiga, arado y yugo, y el toro, aunque también se representan águilas, caballos, jabalíes y arpas en las fracciones monetales.     


  Arqueológicamente se han hallado murallas y casas de este periodo, sistemas hidráulicos, elementos escultóricos y arquitectónicos y se constata el mantenimiento de la impresionante estructura urbana de la urbe obulconense. 


  A finales del siglo I a.n.e., entre la Guerra Civil de César y Pompeyo y el establecimiento del sistema imperial monárquico de Augusto se produce un cambio fundamental en este territorio. En la guerra tras la sublevación de la Provincia Hispania Vlterior por parte de los hijos de Pompeyo sólo dos ciudades, Obvlco y  la sitiada Vlia (Montemayor) se mantienen fieles al bando cesariano. César convoca a sus legiones de la Hispania Citerior en Obvlco y desde allí lanza su campaña contra Cordvba y la campiña que culmina con la victoria in extremis en Mvnda. Tras esto se producen dos hechos clave, la municipalización y colonización del territorio, con la concesión del Ivs Latii, el derecho latino, a las ciudades indígenas aliadas, caso del Mvnicipivm Pontificiensis Obvlco y la creación de colonias de ciudadanos latinos y romanos, con lo que se culmina la “romanización” de esta parte de la Península sustituyéndose definitivamente las estructuras túrdulas por las romanas. Para cerrar el círculo, Augusto ordena poco después la división administrativa de la provincia estableciendo la nueva capital en Cordvba, que se refunda como Colonia Patricia Cordvba, y dividiendo el territorio en cuatro Conventos Jurídicos con capitales en Cordvba, Hispalis, Gades y Astigi, con lo que quedan definitivamente desarticulados los sistemas territoriales preexistentes.


  A nivel urbano la concesión del derecho latino en Obvlco va acompañada de la reestructuración urbanística de una parte importante de la ciudad con la construcción de calles empedradas con grandes losas de piedra y de inmensas casas (domvs) que ocupan manzanas enteras y que siguen el sistema de las casas pompeyanas con patio central porticado de columnas aunque con  muchas variaciones locales de lo más interesantes. La ciudad supera en mucho su pomerivm, su zona amurallada y las necesidades demográficas hacen que se construyan barrios suburbanos (Vicvs) y numerosas edificaciones entre y más allá de las necrópolis.

 

   La romanización es tal que en el siglo I d.n.e. no se conservan testimonios de nombres indígenas en la epigrafía, como si sucede en otros lugares de la Península y todos los restos apuntan a usos romanos que se adoptan en todo el Mediterráneo, con las lógicas características locales. Se conservan centenares de restos de edificios públicos y privados, inscripciones, esculturas... Parece por su número y unidad que existiría un taller especializado en escultura y decoración arquitectónica en mármol.


  A comienzos de Época Flavia se produce un declive de la ciudad, cosa extraña, dado que no existen apenas casos similares. Es un periodo de paz y expansión de las ciudades romanas de Hispania y no hay evidencias de hambrunas o enfermedades, sin embargo en Obvlco se abandonan sin signos de destrucción muchas viviendas, que quedan cerradas y se derrumban sobre sí mismas con muchos de sus materiales de uso in situ y se ciegan algunas calles secundarias que se convierten en vertederos. Estos barrios abandonados de grandes domvs de carácter noble no suponen un abandono total de la ciudad ni de la actividad pública que continúan en otros barrios. Posteriormente se van a reutilizar espacios de estas zonas construyendo viviendas mucho más pobres en los siglos III-V d.n.e. La explicación de este abandono parcial se ha propuesto en el traslado de élites obvlconenses al nuevo centro de poder, Cordvba, que curiosamente duplica su espacio urbano en estos momentos con la proyección hacia el río del recinto original y la edificación de barrios suburbanos (Vicvs).